El día a día ha hecho que modifiquemos nuestros hábitos alimenticios, y la pandemia acrecentó más esta situación.
Algunas personas aprovecharon el trabajo desde casa para comer de forma más saludable; sin embargo, para otro porcentaje de la población su forma y los horarios de alimentarse se distorsionaron.
De acuerdo con un estudio de Statista, realizado en México entre agosto de 2019 y marzo de 2020, alrededor de 47.5% de las personas consumía comida saludable de tres a cuatro veces por semana. Este estudio también reveló que los “productos saludables” más consumidos eran las ensaladas y la pechuga de pollo: 77.5% de los encuestados dijo incluir estos alimentos en sus comidas.
Sin embargo, al cierre de 2021, México ocupó el primer lugar a nivel mundial en obesidad infantil y el segundo en obesidad de adultos. A esta cifra se suma el estudio “Actions & Interventions for Weight Loss” publicado por Ipsos, que indica que, a partir de la cuarentena, los mexicanos aumentamos 8.5 kg. de peso por persona; el promedio mundial es de 6.1 kg.
Cambio de hábitos, el inicio para una alimentación balanceada
Los especialistas en nutrición señalan que la clave para conseguir el cambio es la constancia. A continuación, te dejamos algunos tips que pueden ayudarte a tu alimentación y la de tus colaboradores.
Mejorar la relación con el agua natural
Es el primer paso para que el cuerpo comience a sentir un cambio. Si en la oficina tienes un bar de bebidas para tus colaboradores, elimina aquellas que sean gaseosas, jugos procesados y energéticas.
Promueve el consumo de agua natural. Diseña el bar de forma que los empleados se sientan motivados para ir por un vaso de agua. Un par de sillones confortables puede ser la opción. A la par estarás promoviendo el descanso, lo que ayudará a su productividad.
Si trabajas desde casa el cambio es más fácil. ¿El agua natural no te gusta? Prueba agregando un poco de sabor con rodajas de pepino, naranja o limón. La clave es no endulzarla.
Sé embajador/a de la alimentación saludable
Al igual que las bebidas, los snacks son uno de los indispensables para contribuir al cambio de hábitos. Es común que en las reuniones haya pan, galletas o papas fritas. Sustitúyelos por frutos secos, pepinos, jícamas, fruta de mano, etc.
Si no sueles acompañar las reuniones con algún snack, esta es una oportunidad para sorprender a tus colaboradores con una charola de bocadillos saludables. Realiza esta acción en alguna de las juntas mensuales o semanales, así promueves la salud y tu gesto de cortesía contribuye a tu imagen de líder.
Hay oficinas que tienen máquina dispensadora de golosinas, en la medida de lo posible trata de no ofrecerla a tus colaboradores. Es mejor que dispongan de 15 minutos para que salgan a conseguir una fruta o algo que aporte nutrientes a su organismo.
Aprende y promueve la combinación adecuada de los grupos de alimentos
Cuando escuchas “alimentación saludable” de inmediato tu mente lo asocia a “lo que ya no podrás comer”. En realidad, la clave es aprender a combinar, para ello te recomendamos que te informes sobre El plato del bien comer.
Una buena alimentación acompañada de 30 minutos de actividad física al día, ayudarán a que tu organismo tenga más energía y bienestar, además de incrementar tu productividad y desempeño laboral.