Riesgos de exportación: ¿Cómo mitigarlos?
Iniciar una actividad comercial internacional es un sueño de muchas empresas que buscan seguir creciendo y encontrar oportunidades más allá de las fronteras.
Sin embargo, exportar también implica una serie de riesgos comerciales que es necesario considerar para que el negocio sea exitoso.
Y es que las operaciones relacionadas con el comercio exterior están determinadas por diversos factores que suelen hacer el proceso mucho más complejo para las compañías si no se tiene la experiencia y/o el acompañamiento adecuado.
Enlistamos a continuación algunas recomendaciones que pueden ayudar a mitigar los riesgos al momento de exportar.
Consejos para minimizar los riesgos de exportación
Prevenir el fraude empresarial
Sin duda, el riesgo de fraude es uno de los más latentes y de los que más temor dan. Por ello es necesario permanecer alerta. Imagina lo que significaría hacer un contrato de exportación con una empresa o persona que no existe.
Elige e investiga muy bien a las instituciones o individuos con quienes realizarás tus relaciones comerciales; el acompañamiento de expertos en relaciones y leyes internacionales serán de gran ayuda.
Elegir el destino adecuado para tus exportaciones
Toda actividad exportadora debe establecer una serie de destinos prioritarios basados en estudios de mercado y criterios de selección, que vayan más allá de la demanda por parte de los consumidores o clientes potenciales. Hay que contemplar también el nivel de competencia, la capacidad de diferenciación de la marca o producto, el hecho de contar con un socio local bien posicionado, y cualquier otra circunstancia que suponga una ventaja competitiva o un impedimento para el negocio.
Tener un plan de negocio bien elaborado
Es importante que el despliegue del negocio en un nuevo país o región se realice bajo la premisa de que se está creando un nuevo negocio desde cero. Ello implica contar con un plan de desarrollo de negocio, incluyendo un plan de marketing, que garantice la creación y aprovechamiento de la demanda existente. Para desembarcar en un nuevo mercado, además, se necesita contar con un buen pulmón financiero, que garantice el flujo de caja, así como el margen de negociación, tanto para otorgar crédito a los clientes, como para negociar grandes volúmenes de mercancías.
Prevenir el riesgo de impago
Otro de los riesgos de exportación, que es muy común, tiene que ver con el incumplimiento de pago por parte del comprador. Sin embargo, eso no implica que no puedas prepararte para esa posibilidad.
El seguro de Crédito se vuelve un gran aliado en este aspecto cubriendo el riesgo comercial de las exportaciones. Esta cobertura permite, por un lado, indemnizar los posibles impagos que tengan lugar por parte de algún cliente; pero también prevenirlos, al reducir las probabilidades de impago, evaluando la solvencia financiera de los clientes, las diferencias culturales entre los países, el impacto de las diferencias legislativas entre los países, la salud financiera del sector en que operan, entre otros factores.
Contar con un socio fiable
Contar con la ayuda de un socio experimentado puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso en la actividad exportadora. Disponer del apoyo de una aseguradora internacional, como Solunion, supone contar con la ayuda de personal local experimentado, conocedor de la normativa, burocracia y costumbres del país en cuestión. El conocimiento y la experiencia atesorados por los operadores propios del mercado de destino, es uno de los activos más valioso del que puedes disponer.