¿Sabías que la inserción de más mujeres en el mercado de trabajo remunerado en México podría incrementar el PIB hasta 15% hacia 2030? Sin embargo, la tasa de participación laboral femenina es del 41% frente a un 73% de hombres, siendo ésta menor a la de países de ingresos similares en la región, como Brasil o Chile.
Cabe mencionar que, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), con la pandemia por COVID-19 se generó un retroceso de más de una década en los avances logrados en materia de participación laboral.
Participación laboral femenina global
A nivel mundial, las mujeres trabajadoras representan el 40% de la fuerza laboral, y aunque muchas logran poner en marcha sus propios emprendimientos, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que cerca de la mitad de su potencial productivo (48%) no se utiliza, en comparación con el 22% de los hombres.
En algunos países de América Latina, las barreras para que las mujeres trabajen no son solo culturales sino, en muchos casos, legales y administrativas. Los estereotipos de género, por ejemplo, disminuyen la probabilidad que opten por carreras como la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas.
Lo cierto es que la contratación de más mujeres trae beneficios, entre los que se encuentran los de corto plazo, como reducir la rotación de personal y las tasas de ausentismo, o de largo plazo, como la rentabilidad, atracción de talento y/o mayores niveles de innovación.
Beneficios de la inclusión femenina
Un reporte de Aequales, empresa que brinda herramientas para el cierre de brechas de género en Latinoamérica en el ámbito laboral, señala que las organizaciones que ya empiezan a incorporar políticas para equilibrar su fuerza laboral y generar espacios de inclusión, no solo están percibiendo bienestar en su compañía, sino también crecimiento.
El informe “La mujer en la gestión empresarial: cobrando impulso en América Latina y el Caribe”, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre el papel de las mujeres en las empresas, refiere que más del 57% de las organizaciones afirma que sus iniciativas a favor de la diversidad de género contribuyen a mejorar su rendimiento empresarial.
Aequales señala que las estrategias de equidad de género alcanzan su mayor impacto en el desempeño financiero, cuando una empresa establece las políticas y prácticas adecuadas y, además, garantiza la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo.
¿Cómo llevar a tu empresa hacia este enfoque?
Si tu empresa quiere dar el primer paso hacia este enfoque es importante empezar a preguntarse cuántas mujeres y hombres se tienen en nómina; cuántas capacitan y cuántas son promovidas a cargos más altos; así como ponerse a analizar los rangos salariales y qué puestos están ocupando las mujeres.
La inversión en iniciativas que apoyan a las mujeres en el lugar de trabajo crean una situación de “ganar-ganar” ya que tanto empleados como empleadores obtienen beneficios reales. Al menos un tercio de las empresas que invirtieron en estos programas en mercados emergentes y en desarrollo mejoraron sus beneficios, y un 38% espera los retornos, según una encuesta de McKinsey.
El Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias (CCME) Capítulo CDMX afirma que cuando las empresas tienen por lo menos un 30% de mujeres entre su plantilla, pueden aumentar hasta un 6% su margen neto e incluso más si son ellas las creadoras de los negocios.
Por todo esto resulta necesario seguir promoviendo la inclusión de las mujeres en los negocios como una prioridad para el desarrollo económico, empresarial y social.