Hoy por hoy, las empresas buscan mantenerse al día y asegurar la continuidad de su negocio. Pero además existen otros aspectos igual de relevantes. De esta forma surge una de las estrategias más comunes de los últimos tiempos: la estrategia ESG (Environmental, Social and Governance).
A continuación, te explicamos brevemente qué implican cada uno de sus elementos.
- Environmental: este componente está relacionado con los impactos, directos e indirectos, que las actividades de la empresa generan en el medioambiente.
- Social: se trata de cómo la empresa influye en la comunidad, en su entorno social.
- Governance: tiene qué ver con el gobierno corporativo de la empresa. Es decir, códigos de conducta, inclusión y diversidad, políticas de transparencia en su información pública, entre otros.
¿Todas las empresas deberían implementar una estrategia ESG? La respuesta es sí, ya que, además del deber moral que tenemos como corporaciones de contribuir a un futuro más justo y sostenible, ayuda a impulsar la reputación y se ha convertido en un requisito para acceder a determinados tipos de financiamiento.
Es cierto que una pyme puede tener mayores obstáculos para desarrollar y mantener este tipo de estrategias. Sin embargo, su flexibilidad, dado su tamaño, pueden ser una ventaja sobre una gran empresa.
¿Qué beneficios trae a la empresa tener una buena estrategia ESG?
Las empresas social y ambientalmente responsables reportan una importante mejora en su imagen de marca. Ello, a su vez, puede contribuir a la retención de clientes y conducir a mejores relaciones con inversores y proveedores de ideas afines.
2. Rentabilidad
Mejor conocimiento de la marca, lealtad del cliente y reputación, lo que puede generar más ventas, ingresos y ganancias. Además, los sistemas sin papel, el trabajo a distancia y otras políticas ecológicas pueden reducir los gastos generales de una empresa e impactar positivamente en el negocio.
3. Durabilidad
Los clientes de hoy quieren comprar a empresas ecológicas y socialmente responsables. Es una tendencia que se desarrollará aún más en los próximos años. Las empresas que han sido proactivas en esta área durante mucho tiempo se beneficiarán de su compromiso a largo plazo.
4. Facilidad en el acceso a financiamiento
Las empresas conscientes de ESG también pueden usar sus credenciales ecológicas y sociales a su favor, al solicitar ciertos tipos de financiamiento. El acceso a la financiación verde empieza a depender, y aún más en el futuro, del enfoque ESG de una empresa.
En los últimos años hemos visto que diversos países implementan las Taxonomías para medir diferentes impactos. En nuestro país, por ejemplo, se desarrolló la Taxonomía Sostenible de México. En la Unión Europea se creó la Taxonomía UE, un sistema de clasificación basado en la ciencia para determinar si una actividad económica es ambientalmente sostenible, para evaluar a los solicitantes de financiamiento.
La ESG y su relación con el seguro de Crédito
Vale la pena comentar que, para tener un seguro de Crédito, no es requisito indispensable tener una estrategia de ESG. Sin embargo, sí juega un papel relevante para el acceso al seguro de Crédito comercial.
El propio modelo de calificación de riesgo considera si una empresa tiene ESG para subir o bajar la calificación. Ello ofrece una ventaja a las empresas que la han integrado.
Por ejemplo, si una empresa utiliza una energía sostenible, en consecuencia, reducirá sus costos y mejorará su balance general, lo que la convertirá en una candidata más favorable para un seguro de crédito.