Quizá has escuchado la frase “pequeñas acciones generan grandes cambios”. Pues resulta que el método kaizen tiene como eje central esta filosofía.
Kaizen es una palabra japonesa cuyo significado se traduce como “mejora continua”. Es una filosofía de “mejorar cada día, con todos y en todas partes”. Y lo mejor es que se aplica de forma constante en las empresas, sin importar su tamaño, origen y giro.
Si bien hay diferentes metodologías y filosofías para los negocios, que impulsan la innovación y la obtención de mejores resultados, el método Kaizen hace la diferencia ya que se enfoca en los grandes beneficios que tienen las pequeñas acciones a largo plazo.
La esencia del método se le atribuye a Estados Unidos, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, al utilizarse como parte de un programa de entrenamiento dentro de la industria.
Después, el programa fue implementado en Japón con el término “Kaizen en Yon Dankai”, que significa “mejora en cuatro pasos”.
Recordemos que, tras la guerra, el país nipón estaba devastado y en crisis. Bajo el método kaizen, Japón recuperó su estabilidad, colocándose como una de las economías más estables en todo el mundo.
¿Cómo puedo aplicar el método kaizen en mi empresa?
- Planifica y establece metas
Las metas pueden ser tan ambiciosas como tu plan de crecimiento lo requiera. Lo más relevante es que identifiques cuáles son los pequeños pasos que te ayudarán a cumplirla en el periodo de tiempo que establezcas. Puedes crear un cronograma de acciones mensuales o semanales.
Recuerda que es importante compartir esta meta con tu equipo de trabajo para que todos los involucrados estén alineados al mismo propósito. Si todos contribuyen, la meta puede lograrse en poco tiempo y con mejores resultados.
- Comienza ASAP (as soon as possible) con los cambios
Una vez que tienes definida y clara la meta, comienza a implementar los cambios. Nuestra recomendación es que hagas un seguimiento puntual y adecuado. Si realizaste el cronograma, detalla lo mejor posible el qué, cómo, cuándo y dónde de cada una de las acciones.
Puede resultar más fácil si utilizas tableros virtuales, a través de ellos se asignan tareas específicas a cada colaborador y tienes un panorama de avance. Si quieres algo más tradicional, un pizarrón con los pendientes y responsables es una excelente herramienta.
- Verifica y comprueba
Es la etapa de revisión y análisis de las acciones y resultados. Evidentemente no podrás hacerlo la primera semana, pero quizá en un mes ya puedes comenzar con tu análisis de avances. Revisa cómo funcionó la solución propuesta y si es necesario replantea.
Es importante que las acciones de mejora se implementen de manera constante. Ello tiene la finalidad de que realmente tengas una perspectiva de los beneficios y ajustes que necesitas hacer para que los cambios funcionen de la forma más efectiva.
- Mantén el cambio y continúa con tu siguiente meta
Una vez que soluciones el problema o área de oportunidad meta, establece un segundo objetivo. Recuerda que el principio básico de este método son las mejoras o acciones pequeñas que te lleven a lograr algo grande en la organización, así no cambias drásticamente y evitarás la resistencia al cambio de tus colaboradores.