En 2024, la industria de la madera en México enfrenta un panorama mixto. La demanda de esta materia prima sigue siendo robusta, pero persisten desafíos de sostenibilidad y deforestación. La implementación de tecnologías más limpias y la certificación de prácticas sostenibles son esenciales para equilibrar el crecimiento económico y la conservación ambiental.
Esta materia prima cobra relevancia en la economía nacional debido a que su comercialización sigue vigente en el sector constructor (el uso de la madera en cimentaciones y otros procesos constructivos continúa siendo una opción importante en la ingeniería civil y la arquitectura), en las carpinterías y en las mueblerías (las exportaciones de muebles de cedro van en aumento). Esto sin dejar de lado la producción de puertas de viviendas y tarimas para aquellas empresas que se dedican al embalaje.
Aunque no se suele abordar mucho el comportamiento del negocio de la madera, lo cierto es que en cuanto a la economía nacional, su contribución aporta al PIB de México (1.5% según datos del INEGI), generando empleo en áreas rurales y contribuyendo al desarrollo económico en diversas regiones.
La comercialización de la madera genera más de 500 mil empleos directos. Se calcula que en el país existen 30 mil aserraderos y talleres que se dedican al manejo de este sector.
Tan solo en Yucatán y el sureste de México hay 2,336 personas dedicadas a esta actividad. Esto solo por mencionar una pequeña parte de la industria, ya que esta área no es la principal productora de madera.
Los estados que toman la delantera en producción de madera son Durango, Chihuahua, Michoacán y Jalisco, de acuerdo con información de la Cámara Nacional de la Industria Maderera Canainma.
Respecto a las exportaciones, México exporta madera y productos derivados, principalmente a Estados Unidos y otros países de América Latina. Sin embargo, el valor agregado de estos productos suele ser bajo debido a la falta de procesamiento local.
Aun así, la Canaima ha destacado que un importante crecimiento de la exportación de muebles elaborados con cedro, que se han convertido en uno de los artículos madereros más demandados en la actualidad y con un mercado de interés en varias partes del mundo, sobre todo Europa, América del Norte y Asia.
Madera en expansión: impulsando el crecimiento a través de las exportaciones
La tendencia ascendente de estas exportaciones muestra una valoración a la calidad del producto y diseño mexicano.
Aun así el país se ha visto en la necesidad de importar madera debido a exigencias en las tendencias de compra, que se combinan con regulaciones forestales que existen y que cada día se han ido puliendo más.
En 2023 México importo madera de:
- Estados unidos (USD $958M).
- Brasil (USD $321M).
- China (USD $312M).
- Chile (USD $278).
- Canadá (USD $82.1M).
Si bien el aumento de la comercialización y exportaciones de madera podrían vislumbrar un panorama luminoso para la industria de la madera, lo cierto es que el escenario podría ensombrecer un poco debido al aumento en costos de producción.
Datos de la Canaima arrojan que las empresas dedicadas a este negocio han incrementado al menos 20% sus costos de operación debido a temas como el costo de la mano de obra (aumentos de sueldo y efectos inflacionarios).
No podemos olvidar el efecto, aún influyente, de recuperación post contingencia sanitaria por Covid 19, que la propia cámara del gremio ha destacado como un golpe fuerte que ha dejado una recuperación lenta.
Raíces en apuros
Hablar de la industria de la madera nos obliga destacar el tema de la deforestación, problema crítico debido a que la tala ilegal y la expansión agrícola han reducido la cobertura forestal, afectando la biodiversidad y el equilibrio ecológico. Un problema real y frecuente pese a que existen esfuerzos para promover la gestión forestal sostenible y la reforestación. Así, el gobierno y varias ONGs trabajan en la implementación de prácticas más responsables y en la certificación de bosques.
Cifras de la Canaima destacan que de los 8 millones de hectáreas de bosque que se conocen en México, unos 6 millones son de comunidades y ejidos y, de esas, el 25% están certificadas por sus prácticas sustentables.
Certificación verde un importante desafío
Dados estos desafíos relacionados con la deforestación ilegal, el negocio de la madera ha dado a notar la falta de infraestructura adecuada para el procesamiento de madera y la necesidad de mejorar las prácticas de gestión forestal.
La cámara representativa del sector ha informado su interés por promover y conseguir el uso de madera de legal procedencia que cuente con el aval de las autoridades federales, para evitar insumos de origen dudoso.
Incluso se ha solicitado la creación de una certificación de procedencia de instancias como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
¿Madera en una encrucijada?
La digitalización y automatización ofrecen grandes oportunidades para la industria de la madera en México, optimizando procesos y mejorando la eficiencia. La adopción de tecnologías avanzadas, como el software de gestión forestal y maquinaria automatizada, puede reducir costos operativos y mejorar la precisión en la producción.
Además, el aumento del profesionalismo en la industria, mediante la capacitación y la certificación, contribuye a mejores prácticas de gestión y sostenibilidad. Estas tendencias no solo impulsan la competitividad, sino que también fomentan una mayor transparencia y trazabilidad en la cadena de suministro, promoviendo un mercado más responsable y eficiente.
En resumen:
La industria de la madera en México tiene un gran potencial económico, pero enfrenta desafíos significativos en términos de sostenibilidad y gestión. Las iniciativas para mejorar la sostenibilidad y agregar valor a los productos madereros son clave para su futuro desarrollo.
