La inclusión financiera es un término que se ha convertido en un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de un país. En México, como en muchas partes del mundo, se ha hecho un esfuerzo importante por promover la inclusión financiera, pero todavía existen desafíos que deben superarse.
Uno de los grupos que requiere especial atención en este contexto es el de las mujeres, cuya participación en el sistema financiero es esencial para el crecimiento económico y la equidad de género.
El panorama de la inclusión financiera en México
Primero es importante partir de la definición de inclusión financiera, concepto que hace referencia a la capacidad de las personas para acceder a servicios financieros asequibles y de calidad.
En México, a pesar de los avances en los últimos años, existe una brecha importante en términos de inclusión financiera. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), aproximadamente el 32% de la población adulta no tiene acceso a servicios financieros formales.
Además, la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2021 que elaboró el mismo INEGI, expone la brecha de género en cuanto a inclusión financiera en México. Se observa que 61.9% de las mujeres en el país tiene al menos un producto financiero, comparado con el 74.3% de los hombres. Es decir, hay una brecha de 12.4%, consecuencia también de la pandemia por COVID-19, ya que en 2021 la diferencia era de solo 6.6 puntos porcentuales.
El papel crucial de las mujeres
Dentro de este panorama de exclusión financiera, las mujeres enfrentan desafíos adicionales. Las mujeres mexicanas tienen una participación económica activa, pero en muchos casos enfrentan dificultades para acceder a servicios financieros y para tomar decisiones financieras informadas. Esto puede ser resultado de una serie de factores, como la falta de educación financiera, la desigualdad de género y la discriminación.
La inclusión financiera de las mujeres es fundamental por varias razones. En primer lugar, la participación activa de las mujeres en la economía es esencial para el crecimiento económico de México.
Cuando las mujeres tienen acceso a servicios financieros, pueden emprender sus propios negocios, invertir en educación y salud, y contribuir al bienestar de sus familias y comunidades.
Además, la inclusión financiera de las mujeres es un componente clave para la reducción de la brecha de género en el ámbito económico. Cuando las mujeres tienen acceso a servicios financieros, tienen más oportunidades para tomar decisiones financieras autónomas y para empoderarse económicamente. Esto no solo beneficia a las mujeres en sí, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad en su conjunto.
Beneficios para las empresas
La inclusión financiera de las mujeres no solo es importante desde una perspectiva social y económica, sino que también tiene un impacto significativo en las empresas.
Las empresas que reconocen la importancia de la inclusión financiera de las mujeres pueden beneficiarse de diversas formas:
Ampliación de la base de clientes: al brindar servicios financieros adaptados a las necesidades de las mujeres, las empresas pueden atraer a un segmento de mercado más amplio y diverso. Esto no solo aumenta su base de clientes, sino que también les permite desarrollar productos y servicios más acordes con las necesidades de este público.
Mejora de la lealtad del cliente: las empresas que demuestran un compromiso con la inclusión financiera de las mujeres tienden a generar una mayor lealtad entre sus clientas, lo que se traduce en relaciones a largo plazo.
Innovación y crecimiento: la inclusión financiera de las mujeres fomenta la innovación en el desarrollo de productos y servicios financieros. Las empresas que lideran en este aspecto pueden encontrar oportunidades para crecer y expandirse en el mercado.
Cumplimiento de normativas: en muchos países, incluido México, existen regulaciones y normativas que promueven la igualdad de género y la inclusión financiera. Las empresas que se comprometen con estos principios están más alineadas con las regulaciones vigentes y reducen los riesgos legales.
La inclusión financiera de las mujeres en México es un desafío que debe ser abordado de manera integral. No solo es una cuestión social, sino que también tiene un impacto directo en el crecimiento económico y la prosperidad de las empresas.