Al ser dueño de una empresa puedes confiarte y asegurar que conoces al detalle todo lo que sucede en ella, sin embargo, es necesario realizar un autodiagnóstico de manera frecuente que permita confirmar que todo está bien, y en si los hubiera, detectar ciertos problemas, antes de que estos estén muy avanzados y, por ende, su resolución sea más lenta.
El autodiagnóstico de tu negocio es una evaluación que te servirá para analizar, con mayor profundidad, las principales áreas de gestión del mismo. Con ello te será posible identificar y resolver las áreas problemáticas, y canalizar los recursos en aquellas áreas que van a generar un mayor retorno de la inversión.
Toma en cuenta que el autodiagnóstico de tu empresa proporciona una serie de beneficios y resultados inmediatos.
Si nunca has realizado este ejercicio, posiblemente estés realizando esfuerzos cuyo impacto en la cuenta de resultados es reducido o inferior a lo que crees.
Identifica y comprende mejor las áreas críticas de tu negocio
Cada modelo de negocio tiene una serie de áreas que son más importantes para su correcto funcionamiento. Sin embargo, si no se lleva a cabo un análisis detallado, es fácil pasar por alto la importancia de algunas de ellas.
Lo anterior puede deberse a que su protagonismo en los procesos del negocio es secundario, pero la deficiencia en su funcionamiento puede llegar a paralizar la organización en su conjunto.
Comparación del rendimiento sobre activos
Todo plan estratégico incluye una serie de estimaciones acerca del rendimiento de los activos del negocio, éstas rara vez coinciden con la práctica real. Un autodiagnóstico del negocio proporcionará una comparativa clara entre las expectativas o el rendimiento mínimo deseado, y aquel ROA real.
Determinación del nivel de madurez del negocio
Todo negocio atraviesa una serie de etapas en el alcance de sus objetivos estratégicos. La utilización de indicadores de rendimiento permitirá comprobar fácilmente si dichos objetivos están siendo cumplidos y, en caso contrario, cuáles son los plazos y recursos necesarios hasta que sean alcanzados.
En función del nivel de madurez del negocio en la consolidación de sus objetivos estratégicos, se adoptarán metas más o menos ambiciosas, se reforzarán los esfuerzos o incluso se cambiará el rumbo estratégico.
Identificación de las tareas críticas
Por último, el autodiagnóstico también permite identificar cuáles son aquellas decisiones y tareas que deben ser adoptadas y ejecutadas de forma prioritaria.
En el caso de que operes a crédito con tus clientes, el autodiagnóstico de tu negocio debería incluir un análisis de su solvencia financiera. Esto, a su vez, debería permitirte calcular el riesgo de impago que tu empresa está asumiendo con su cartera de clientes.
Si deseas dotar a tu empresa de una capacidad óptima de análisis de riesgo financiero de tus clientes, y protegerla del posible impago de los mismos, consulta los beneficios y servicios incluidos en nuestros seguros de crédito.
Esta opción te ayudará a continuar gestionando tu negocio con tranquilidad.