Cada 28 de abril, el mundo conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una fecha promovida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que nos invita a reflexionar sobre la importancia de construir entornos laborales más seguros y saludables. Este 2025, la jornada cobra especial relevancia al enfocarse en cómo la digitalización y la inteligencia artificial están transformando este ámbito.
Riesgos laborales: costos ocultos y estrategias de mitigación
A nivel global, la seguridad en el trabajo sigue siendo un gran reto. Cada 15 segundos, una persona pierde la vida por causas relacionadas con su actividad laboral. Además, los accidentes de trabajo generan costos que equivalen al 4% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, según la OIT. Para las empresas, estos riesgos pueden traducirse en costos, interrupciones operativas, aumento de primas de seguros y deterioro de la reputación corporativa.
Tecnología para la seguridad laboral
La tecnología ha cambiado las reglas del juego. Robots avanzados y exoesqueletos ya están facilitando tareas físicas pesadas y reduciendo riesgos de lesiones. La IA y el aprendizaje automático ayudan a anticipar posibles peligros y a tomar decisiones más inteligentes en materia de seguridad ocupacional.
Otros ejemplos de tecnología aplicada a la seguridad laboral incluyen:
- Drones para inspección de espacios confinados o zonas de difícil acceso sin poner en riesgo a operarios.
- Sistemas de análisis de imágenes y video en tiempo real para detectar anomalías o comportamientos peligrosos.
- Wearables que monitorean constantes vitales y posturas, ayudando a prevenir fatiga o lesiones musculoesqueléticas.
- Plataformas de realidad virtual para entrenar a los empleados en simulaciones seguras de situaciones críticas.
Seguridad laboral en México: un desafío vigente
Desde 1931, México forma parte de la OIT y ha ratificado 78 convenios internacionales. Además, cuenta con el Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo, emitido por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en 2014, que regula las condiciones laborales para prevenir accidentes y enfermedades relacionadas con el ambiente de trabajo.
A lo largo de los años, México ha avanzado en materia regulatoria; sin embargo los retos persisten y cada año, se reportan cerca de 400.000 accidentes laborales. En 2022, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró 352.461 casos, lo que representa un aumento del 15% respecto al año anterior. Es el mayor incremento en una década.
Nuevas formas de trabajo, nuevos retos
El auge de modelos como el teletrabajo o el trabajo en plataformas digitales trajo flexibilidad, pero también nuevos desafíos: salud mental, ergonomía y desconexión digital, por mencionar algunos.
Gracias a la digitalización, hoy es posible anticipar riesgos con ayuda de sistemas inteligentes y análisis de grandes volúmenes de datos. Sin embargo, su uso debe partir de un enfoque humano. La automatización y la Inteligencia artificial deben ser aliadas del bienestar, no amenazas que aumenten la precariedad.
Las empresas tienen un importante papel en la transformación del entorno laboral. Pueden adoptar herramientas digitales que mejoren los procesos y reduzcan riesgos y eleven el bienestar de sus equipos.
Capacitar continuamente al personal es y será siempre una inversión estratégica. Cuando los colaboradores conocen y dominan las herramientas, la prevención se convierte en cultura. También es vital crear políticas claras para prevenir riesgos digitales, adaptando la normativa interna a modelos como el trabajo híbrido o remoto, y protegiendo tanto la salud física como mental.
Retorno de Inversión (ROI) en seguridad laboral
El retorno de inversión (ROI) en salud y seguridad laboral se refleja en la reducción directa de accidentes y tiene beneficios financieros tangibles. Empresas que invierten en programas de prevención reportan una disminución de hasta un 25% en costos relacionados con siniestros, de acuerdo con estudios de la OIT. Además, el aumento en la satisfacción del personal y la reducción en el ausentismo fortalecen los resultados a largo plazo, con impacto directo en la productividad, el clima laboral y la marca empleadora.
Invertir en salud y seguridad en el trabajo desde una perspectiva tecnológica es una cuestión de cumplimiento, pero también una ventaja competitiva. Las empresas tienen la oportunidad de alinear los objetivos financieros con una gestión responsable del capital humano, generando entornos más seguros, productivos y sostenibles