La industria de alimentos en México tiene una gran importancia en la economía. Sin embargo, una de las preocupaciones de los especialistas del sector, es la sequía que azota a casi la mitad del territorio nacional y a una décima parte del terreno agrícola, lo que mantendrá elevados los precios de los alimentos.
Preocupación de los organismos oficiales
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) anticipó que la dificultad de producir alimentos con altas temperaturas y la falta de recursos en infraestructura, se suman a factores como el incremento en los precios del petróleo y los problemas en las cadenas de suministro a nivel global que han propiciado una elevada inflación.
Esto ya muestra preocupación en toda la cadena alimentaria, incluso en la minuta de la reunión de política monetaria del Banco de México varios integrantes señalaron como un factor de riesgo las condiciones de sequía que enfrenta el país, pues prevén que podría afectar a las actividades primarias y a la industria manufacturera.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) aseguran que la sequía en México podría detonar la escasez de alimentos.
El impacto de la sequía en la industria alimentaria de México
Y con este contexto de fondo… ¿qué pasa con las empresas?
Alrededor de 217,000 empresas se dedican a la industria alimentaria, la cual genera más de dos millones de empleos en el país. La mayoría de los colaboradores que trabajan en la industria se dedica a la “elaboración de pan, tortilla, repostería, y otros productos de cereales y harinas” (30.1%), al “apoyo en la industria de alimentos, bebidas y productos de tabaco” (12.5%) o son “empleados de ventas, despachadores y dependientes en comercios” (7,5%).
La generalidad de las unidades económicas son pequeñas y medianas empresas que han abierto camino en la industria alimentaria, aunque también hay grandes empresas trasnacionales como Herdez, Grupo Bimbo, La Costeña, entre otras.
Nuestros expertos de Solunion en México destacan que debido a la importancia que tienen las pymes en el país, para cuidar su rentabilidad ante los nuevos desafíos que presenta el sector es imprescindible mejorar el manejo de deuda.
Subrayan que la clave está en generar planeación estratégica a largo plazo, estar al día con la red de emprendedores y pares en el sector, innovar en temas de creatividad, marca, y servicios; y dar el máximo esfuerzo y generar un giro de negocios con grandes objetivos.
Pero también dentro de la lista de prioridades está cuidar de los colaboradores y clientes por igual, tener un plan de financiamiento sólido, con base en presupuestos y gastos y contar herramientas de gestión del riesgo comercial que ayuden a garantizar la continuidad del negocio y su crecimiento.
Gestión del riesgo comercial: una prioridad para las empresas alimentarias
Y es que el seguro de Crédito y los servicios de la gestión del riesgo comercial son instrumentos que permiten a empresas, también a las pymes, hacer frente al incumplimiento de pagos por parte de sus clientes. El seguro de Crédito, por ejemplo, se encarga del cobro de las facturas impagadas de los deudores, y cuando este ya no es posible, puede respaldar financieramente al asegurado.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social, SADER estima que la producción de alimentos crecerá 0.5% en 2022. Pero, aunque las previsiones para el sector son relativamente favorables, el contexto tan globalizado en el que vivimos y las cadenas de suministro y producción hacen que el efecto dominó de las insolvencias puede afectar a las empresas en cualquier momento.
El reto para las empresas de la industria alimentaria es mantener su competitividad, en un contexto mundial en donde la pandemia no ha terminado, el cambio climático genera una mayor presión y es necesario que tengan la capacidad de enfrentar los retos que plantea el escenario político, social y económico a nivel local y mundial.
