De entre los recursos intangibles, la reputación es lo más valioso para una organización. Y es que hoy en día, la clave del éxito empresarial recae en la posibilidad de ganar la confianza, admiración y respeto de los distintos stakeholders con los que se interactúa para generar verdadero valor a mediano y largo plazo.
Por ello, el gran reto no solo es construirla, sino gestionarla de manera eficaz, y blindarla día con día.
La importancia de la reputación corporativa es tal que ayuda a retener el talento, incrementar la confianza del consumidor y atraer inversión. Es un estatus que se construye a partir de la conducta ética de las empresas e instituciones, aunada a un sólido gobierno corporativo y una adecuada estrategia de comunicación.
Las empresas y la reputación corporativa en México
De acuerdo con los resultados del estudio Gestión de la reputación corporativa en México: evolución y alcances (2015-2022), desarrollado recientemente por EGADE Business School y JeffreyGroup, el 30% de las organizaciones en México carecen de una estrategia de reputación corporativa clara y el 40% desconoce los indicadores para medir la misma.
El estudio realizado a 102 organizaciones y nueve directores generales destaca que 62% de los participantes considera a la reputación corporativa de máxima prioridad; 28% como un tema que se atiende constantemente; 8% que solo en ocasiones; mientras que para el 1% no es relevante, y otro 1% dijo que se atiende poco.
Algo muy positivo del estudio es que se refleja un incremento en el interés de las empresas y sus colaboradores, ya que mientras que en el 2015 la reputación corporativa era importante solo para 6 de cada 10 empresas, en el 2022 son 9 de cada 10 a las que les importa el tema, aunque las compañías en México apenas están estructurando la forma en la que gestionarán este activo.
“Al menos las empresas ya reconocen que la reputación corporativa es importante, aunque el reto es pasar a las acciones”, comenta Mariela Pérez Chavarría, investigadora del Tecnológico de Monterrey, quien lideró el estudio.
Retos para las empresas en la gestión de la reputación corporativa
El estudio señala entre los principales retos de la gestión de la reputación corporativa: la incorporación de la evaluación del riesgo reputacional, la creación de un área responsable, identificación de los riesgos y contar con un sistema de medición claro que esté alineado con cada negocio.
Para los especialistas, es necesario pasar de la estrategia a la acción, es decir no solo diseñar un plan de reputación, sino implementarlo.
Un desafío más es la gestión de la reputación online, puesto que, a pesar de la apertura de datos, la transparencia y la amplia difusión de la información hacen más visibles las acciones que toman las compañías, un 45% de las empresas carecen de una práctica de gestión de reputación digital. Por ello es necesario identificar riesgos reputacionales en línea (ciberamenazas), establecer políticas de comunicación y capacitar constantemente a los colaboradores en este aspecto.
Hay que recordar lo que decía Warren Buffett: «toma 20 años construir una buena reputación y cinco minutos arruinarla. Si piensas en eso, harás las cosas diferente».
Partiendo de la anterior afirmación, una adecuada gestión de los activos intangibles posibilitará la construcción de una reputación sólida y permitirá identificar a la empresa por sus valores y buenas prácticas, transmitiendo seguridad y confianza en sus distintas audiencias.
