El riesgo país es el concepto que hace referencia a las consecuencias negativas que podrían afectar los activos, derechos y operaciones de personas físicas o empresas que operen en cierta nación, como resultado de una alteración de la estructura política, económica y social de ésta.
Asimismo, se habla del riesgo país para referirse al riesgo asumido cuando se suscriben o adquieren títulos de renta fija o variable emitidos por las entidades del país en cuestión, o bien al conceder crédito o préstamos a los residentes de dicho lugar.
En el caso de que se manifieste, podría dar lugar al retraso o imposibilidad de cobro de parte o del total de la deuda. También se alude a éste como indicador del nivel de confianza de los mercados en la capacidad del Estado para hacer frente a sus deudas.
El riesgo país en operaciones de comercio internacional
Evidentemente el riesgo país constituye un factor importante que cualquier empresa exportadora que opera a crédito debe tener en cuenta.
Es importante además que se sopesen todas las circunstancias propias del país destinatario de las mercancías, dado que pueden llegar a influir en la capacidad de pago.
Tipologías de riesgo país
Dentro del concepto general de riesgo país, se encuentran dos riesgos diferentes que es necesario conocer y prevenir.
- Riesgo económico-financiero: hace referencia a los elementos estructurales del país, cuando pueden afectar a la operación comercial o la inversión realizada –si ese es el caso-. Fundamentalmente, se refiere a la estructura económica y su alterabilidad de un país, incluyendo el nivel de empleo, la inflación, los tipos de interés, el déficit público, la balanza de pagos o la deuda interna y externa.
- Riesgo político: Es una consecuencia directa de la actuación del gobierno y demás fuerzas políticas y sociales, que puede afectar a las operaciones comerciales e inversiones directas realizadas en el país. En este sentido conviene distinguir entre:
- Riesgo sociopolítico, referido a convulsiones políticas o sociales, conflictos armados y operaciones de desposesión de la propiedad o nacionalización.
- Riesgo regulatorio-administrativo, que alude a cambios en las normativas y políticas que afectan a las operaciones comerciales internacionales, o la inversión extranjera en el país.
Seguro de Crédito a la exportación como mecanismo de protección
Evidentemente, cualquier empresa que desea exportar se encuentra con el dilema de cuánto riesgo quiere asumir sin perder el nivel de competitividad necesario. La necesidad de vender puede llevar a ignorar factores ajenos a la operación comercial que trunquen el rumbo del negocio y generen impago del cliente.
Las trabas burocráticas, la corrupción, o el deterioro económico de la región, pueden dejar en entredicho la capacidad del cliente para pagar el crédito concedido.
Vislumbrar, conocer y tener un control sobre cada uno de esos aspectos es una tarea prácticamente inabarcable por parte de una empresa.
Por ello, se recomienda contar con socios comerciales que logren cubrir esta información; esto se puede lograr por medio de la suscripción de un seguro de crédito.
Debido a lo anterior, el riesgo país es una barrera para cobrar la mercancía enviada. Por lo tanto, esto obliga a ser más precavidos y exigir condiciones que no siempre serán bien recibidas por parte del prospecto.
Afortunadamente, la protección proporcionada por el seguro de crédito puede ampliar el margen de negociación de tu equipo comercial, que:
- Conocerá con precisión el nivel de riesgo asumido, gracias a los informes emitidos por la aseguradora.
- Contará con la seguridad de que la operación está cubierta por una póliza que garantiza el cobro o la indemnización.
Adicionalmente, con una póliza de este tipo, puedes tener la seguridad de que, ante un incumplimiento de pago, tu empresa cuenta con la asistencia de un sistema de recobro.
En el caso de Solunion, el personal encargado está formado por especialistas con experiencia local en el mercado en el que operas. De esa forma, se incrementan las posibilidades de recuperar el crédito concedido al cliente.
No obstante, en caso de que el impago se vuelva definitivo, el seguro de crédito también te proporciona una indemnización para cubrir las pérdidas ocasionadas.
Lo mejor es que la tesorería y el flujo de caja de tu negocio estarán siempre a salvo de cualquier imprevisto en las operaciones comerciales realizadas.