De acuerdo con la última “Encuesta mundial sobre fraude y delito económico 2020”, publicada por la firma PwC, el 47% de las compañías ha experimentado un fraude en los últimos dos años, éste es el porcentaje más alto reportado en las últimas dos décadas.
Esto puede explicarse, por un lado, por el incremento en el uso de las nuevas tecnologías que parece haber tenido un efecto catalizador; aunque también es probable que la mejoría de los mecanismos de detección haya permitido identificar fraudes que antes pasaban desapercibidos.
Como ya imaginarás, existe una enorme diversidad de fraudes que son llevados a cabo tanto por organizaciones criminales, consumidores particulares y, aunque no lo creas, en mayor medida por los propios empleados de las empresas.
Tipología de fraudes y delitos económicos contra las empresas
Datos de PwC señalan que los fraudes y delitos económicos más costosos, en lo que a pérdidas directas se refiere son:
- Libre competencia
- Abuso de información privilegiada
- Fraude fiscal
- Lavado de dinero
- Soborno y Corrupción
Además, de acuerdo con el mismo estudio, el 13% de los encuestados que sufrieron fraude en los últimos dos años reportaron pérdidas ¡por más de 50 millones de dólares!
Otro tipo de fraude que ha impactado mucho en los últimos años a las empresas son los ciberataques, delitos que de acuerdo con la empresa Shopos México tienen un costo promedio para una empresa de 6.5 millones de pesos, una cantidad que lleva a la quiebra fácilmente.
Dentro de este tipo de fraudes las técnicas como el malware, el phishing, el network scanning o los ataques de fuerza bruta, continúan desfalcando a las empresas.
¿Cómo prevenir el fraude a tu empresa y dentro de tu organización?
Un porcentaje importante de los fraudes se cometen dentro de la organización, por lo que gran parte de los esfuerzos deben depositarse en vigilar el comportamiento de los empleados y directivos con recursos para llevar a cabo este tipo de actuaciones criminales.
Prevención y detección del fraude interno
Las principales medidas para prevenir el fraude dentro de las empresas, pueden resumirse de la siguiente manera:
- Revisión periódica de los antecedentes del personal
- Creación y seguimiento de un código de ética interno
- Habilitación de un canal de denuncias
- Cuidado del ambiente laboral y apoyo al desarrollo de carrera de los empleados
- Realización de auditorías internas
- Monitorización de actividades y análisis de operaciones sospechosas
- Rotación de personal
- Implantación de seguridad corporativa
- Gestión del riesgo de fraude
Además, es muy importante trabajar en el cuidado de la cultura corporativa y la inversión en el personal interno, pues se cree que la codicia está detrás de gran parte de los casos de fraude interno. Sin embargo, la venganza, la insatisfacción y el miedo a que se descubra una negligencia profesional constituyen algunas de las causas más importantes de esta conducta delictiva.
Todo esto se podría evitar con unas políticas que aboguen por la transparencia y el apoyo a los empleados en los momentos de dificultad.
Inversión en herramientas de prevención
Para prevenir el fraude, ya provenga del exterior o del interior de la organización, es importante invertir en tecnologías digitales que permitan detectar actividades sospechosas, así como minimizar el impacto de los ciberataques.
Según estudios de Delta Protect, existe un problema generalizado en México en cuanto a temas de ciberseguridad, ya que al menos el 35% de las empresas en México tienen infraestructura digital, lo que las pone con un riesgo latente todo el tiempo.
Sin embargo, los ataques cibernéticos son cada vez más complejos y los métodos tradicionales de detección y defensa pueden no ser suficientes, por lo que dentro de las organizaciones debe haber una mayor seguridad e inteligencia ofensiva.
Considerar todo este panorama es, sin duda, el camino a seguir para prepararse frente a un nuevo estilo de fraude a las empresas, cada vez más sofisticado y digitalizado.