El proceso de digitalización empresarial de una empresa no es ningún paseo por el parque.
La digitalización del consumo en México está creciendo, aunque la brecha con los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se está acrecentando; esto es uno de los datos revelados en el estudio América Latina 4.0.
Fracasar en la transformación digital de tu empresa no es una opción. Para incrementar las probabilidades de éxito, necesitas detectar prematuramente los errores en la digitalización empresarial de tu negocio.
De acuerdo con la empresa Sngular en México, la transformación Digital apenas inicia, pues durante 2018, 23% de los corporativos mexicanos iniciaron la digitalización de sus procesos, mientras que 33% aún exploran la posibilidad de este tipo de proyectos.
El retraso en esta digitalización se puede deber a los 5 principales sesgos que las empresas tienen y estos son:
Ausencia de cultura corporativa del cambio
Según la investigación conjunta del MIT y Capgemini, la transformación digital tiene lugar por iniciativa de la dirección y se ramifica verticalmente a lo largo del resto de la organización. Eso significa que es necesario contar con un claro liderazgo capaz de transmitir la visión digital de la empresa y evangelizar a todos los empleados.
Por desgracia, muchas organizaciones inhiben la innovación y la iniciativa de sus empleados, hasta el punto de imposibilitar cualquier tipo de cambio y sancionar las propuestas al respecto.
Falta de prioridad
A menudo, los CEOs y/o directivos entran en pánico ante la idea de afrontar la transformación digital de su organización. Eso les lleva a comenzar múltiples iniciativas simultáneamente, forzando la adopción de nuevas herramientas y tecnologías, y quemando su presupuesto rápidamente.
Esta forma de proceder genera una enorme dispersión de recursos e impide establecer el imprescindible foco de atención, perdiendo de vista que para que muchas de las diferentes soluciones propuestas tienen como base la necesidad de una transformación digital.
Cada iniciativa debería ser fruto de un elevado consenso dentro de los distintos departamentos, así como contar con un líder de proyecto y un equipo cualificado.
Finalmente, también debe garantizarse un despliegue coordinado de forma global al interior de la empresa, para garantizar el éxito. Esto es casi imposible cuando la empresa está sumergida en una mezcla de proyectos digitales múltiples y carentes una unión clara.
Dejar de lado al cliente
A menudo, la transformación digital es concebida como la adaptación y optimización de los procesos internos, mediante el uso de nuevas tecnologías. Desde esa perspectiva, el objetivo de mejorar la eficiencia, logrando así un mayor retorno de la inversión y rendimiento sobre el capital se está dejando hasta el final.
Sin embargo, el tomador de decisiones realmente relevante es el cliente y/o consumidor de los productos o servicios de la empresa. La adopción de nuevas tecnologías jamás debería anteponerse o eclipsar la importancia de la experiencia del cliente.
Por lo tanto, la digitalización de tu organización también ha de estar volcada en la mejora de la experiencia de tus clientes, máxime en un entorno como el actual, donde el mundo digital se ha convertido en una constante de nuestras vidas.
Exclusión de objetivos a medio y largo plazo
La transformación digital no es un proceso aislado, sino un estado permanente de adaptación y cambio. Su éxito se puede medir por el logro sucesivo de objetivos y el ROI obtenido con ellos.
No debe cometerse el error de contemplar la digitalización como un proyecto del departamento de IT (Tecnologías de la Información), cuya ejecución tiene un comienzo y un final.
No se trata de una iniciativa a corto plazo, sino de una cultura de cambio y, como tal, requiere una visión complementaria de largo plazo. De hecho, la consultora McKinsey advierte del peligro de centrarse únicamente en el retorno de la inversión como parámetro del éxito en la transformación digital. Por ese motivo, también se recurre a otras métricas tales como los ratios de adopción de las nuevas aplicaciones, la utilización de nuevos canales digitales o el nivel de “engagement” del target objetivo dentro del entorno digital.
No adoptar una metodología ágil
El estudio “IT Project Sink or Swim” señaló la gestión mediante el modelo Waterfall como el principal factor de fracaso en el desarrollo de proyectos de IT.
Este modelo ha sido utilizado para el desarrollo y despliegue de soluciones informáticas se ha quedado obsoleto. El entorno competitivo actual demanda un ritmo acelerado de cambio y generación de resultados, cuya solución radica en la adopción de metodologías ágiles.
Como expertos en análisis de riesgos, nuestro consejo profesional es que protejas el futuro de tu organización por todos los medios posibles. La digitalización de la misma, se encuentra entre uno de los dos más prioritarios. La protección de los créditos otorgados a tu cartera de clientes es el otro.
El 23% de los corporativos mexicanos iniciaron la digitalización de sus procesos. Evita estos 5 errores críticos y únete al 16% que tienen éxito.