En el artículo pasado, abordamos la importancia de realizar un autodiagnóstico para identificar y resolver problemáticas cruciales de tu empresa.
Con el fin de ayudarte a que puedas obtener esta importante evaluación para tu negocio, en esta ocasión te ofrecemos una breve guía para hacerlo.
¿Cómo realizar el autodiagnóstico de tu negocio?
Por regla general, el autodiagnóstico tiene lugar mediante la realización de una serie de preguntas, cuyas respuestas permiten comprender el estado de desarrollo y correcto funcionamiento de las cinco áreas de negocio, es decir:
- Estrategia
- Finanzas
- Marketing y ventas
- Recursos humanos
- Operaciones
Es posible adoptar un enfoque parcialmente distinto a la hora de analizar las áreas de negocio. Eso dependerá de la naturaleza y modelo de negocio de tu empresa.
A continuación, te brindamos una serie de preguntas que te ayudarán realizar un primer autodiagnóstico, de una forma ágil:
- ¿Cuáles son las líneas de producto de tu negocio y las barreras de entrada de los competidores?
- ¿Cuál es la rentabilidad generada por cada una de las líneas de producto?
- ¿Cumplen tus productos con la calidad deseada y las expectativas de tus clientes?
- ¿Cuáles son las claves de la competitividad de tus productos en el mercado?
- ¿Cuál es tu política de innovación y creación de nuevos productos?
- ¿Cuáles son los segmentos de tu mercado y los diferentes tipos de clientes del mismo?
- ¿Cuál es el nivel de crecimiento de tus clientes?
- ¿Cuál es la relación con tus principales clientes y qué parámetros utilizas para medirla?
- ¿Cuál es el número de quejas y el nivel de satisfacción de tus clientes?
- ¿Cuál es la fluctuación o estacionalidad de tu mercado?
- ¿Cuáles son tus principales competidores?
- ¿Es tu negocio más fuerte o débil que el de tus competidores y qué parámetros utilizas para medir su fortaleza?
- ¿Cuáles son los criterios utilizados en tu negocio para tomar decisiones de marketing y decisiones comerciales?
- ¿Cuál es el organigrama funcional y real de tu empresa?
- ¿Se adecua el organigrama de tu empresa a su modelo de negocio y funcionamiento habitual?
- ¿Cuáles son los criterios utilizados para la distribución de tareas y responsabilidades de directivos y empleados?
- ¿Cuál es el nivel de implicación de los directivos y los empleados, y cuáles son los parámetros utilizados para medirlo?
- ¿Cuáles son los criterios utilizados para medir la productividad de cada empleado y cada departamento?
- ¿Cuáles son los mecanismos de comunicación corporativa con los empleados?
- ¿Cuáles son los proveedores habituales y los criterios utilizados para su valoración?
- ¿Cuál es la política de compras utilizada en tu negocio?
- ¿Con qué frecuencia se realiza un cálculo de las necesidades de tesorería y capital circulante?
- ¿Con qué frecuencia se realiza el cálculo de los costes y los márgenes de beneficio de cada línea de producto?
- ¿Cómo se verifica la ejecución presupuestaria?
- ¿Es el nivel de gastos financieros sostenible en el tiempo?
Ahora que tienes esta información pon manos a la obra y da el siguiente paso para que tu empresa construya un futuro seguro.